jueves, 16 de septiembre de 2010

"Yo Puta"



No quisiera mentir diciendo que soy una mujer sin sentimientos y con un corazón frío, sería una mentira muy grande. Digamos que es mi disfraz, un disfraz que yo misma construí, que me protege de aquello que me aterra y que me da la particularidad de ser como una especie de monstruo que pocas personas buscan escuchar y conocer, algo así como pie grande o como un dragón herido en una de sus patas y que vive en una cueva rodeado de cadáveres de unos cuantos desafortunados que no tuvieron más cabeza que acercarse con una espada desenvainada.


Me gusta el lugar en el que me coloco, en el que me colocan, me gusta porque soy una mujer deseada, sexuada, sensual, "cogible" pues. Las miradas me hacen suponer que lo soy pero una penetración y caricias desmedidas me lo hacen confirmar. Es como cuando a alguien le gusta mucho su profesión y ni siquiera necesita que le paguen para sentirse satisfecho, puede tener un jefe idiota, una oficina horrenda y seguir andando en camión y sentirse el mejor profesionista que hay en este planeta, asi soy yo como Puta.


Ser puta es complicado, desde el cuidado del cuerpo: una siempre tiene que verse bien, en parte para atraer a clientes, en parte para una sentirse bien. Como el simple hecho de usar ropa interior sexy aunque traigas ropa holgada te hace sentir sexy, lista para la acción, algo parecido a una actriz porno que curiosamente SIEMPRE tienen su ropa interior combinada o no usan ropa interior para no fallarle supongo. Es ser como una fantasía andando por ahí, trabajando, tomando el metro, tomando café, comiendo/cogiendo, usando la computadora, durmiendo. Es difícil ser una fantasía, más bien sostener una fantasía ya que no es permitido ser débil, cercana y terrenal, eso me lo reservo para mis momentos de oscio y/o soledad, podría ser peligroso frente a alguien que también lo sea.


Elegir la ropa es cuestión de límites y de niveles, por ejemplo, yo puedo decir cosas vulgares en la cama pero mi atuendo no lo es: me gusta aquello que se encuentra en la línea de "soy fácil, pero no con cualquiera." Gasto mucho dinero en eso, es mi carta de presentación, no por nada tengo agenda llena y todavía lista de espera.


Otra cosa, y me parece la más difícil, es no clavarse mientras clava uno con alguien. Esto puede ser peligroso, por eso no beso en la boca, con eso se encariña uno. Una cosa es buscar un compañero por una noche y otra muy distinta es buscar a un compañero para toda la vida. Los que yo busco a veces son sólo para un par de horas, no más. Con el tiempo se va haciendo callo, no es sencillo, a fin de cuentas somos humanos y me gusta creer que todos por el simple hecho de serlo tenemos sentimientos y demás joterías que nos permiten movernos y buscar algo más de vez en cuando, algo parecido al instinto en los animales, pero acá entrometido el corazón. Estas son cosas que, como dije anteriormente, las dejo para después, cuando me canso de saltar de cama en cama, es como un mantenimiento cada cien mil kilómetros; cuando lo hago me gusta escuchar música y llorar desde la tarde hasta la madrugada, lamentándome por ser así y por mi gusto de serlo, por las malditas reglas y códigos morales que me hacen sentirme mal, ¿por qué sería algo malo si se siente tan bien? Si, hay un vacío en búsqueda de ser llenado, pero, si hay gente que lo llena con comida, o con matrimonios, o con hijos, con mascotas, con ropa, llendo con un maldito terapeuta, ¿por qué carajos yo no lo puedo llenar con cogidas? Al fin y al cabo me cuido, soy responsable, hago audiciones de tarados con pene, no engaño a nadie, soy clara, creo que hago lo "menos pior" que se puede hacer en estos casos en los que no se conocen otras maneras y por el momento ni se quieren conocer, la comodidad es, hasta cierto punto, placentera.


domingo, 1 de agosto de 2010



Como quisiera que fueras alguien capaz de la autoobservación.. pero no de una manera egocéntrica e intentando siempre ser fuerte, sino que poseyeras alguna especie de visión emotiva que sobrepasara los límites que tu misma fuiste construyendo. Nadie más. Hazte cargo.


¿De qué te proteges? La mayor parte del tiempo siento que de tí misma, siempre uno es el peor enemigo que se puede tener, pero también el mejor compañero en las batallas.

Mi lugar contigo no es algo claro, te aprecio, pero a veces quisiera destruirte. En ocasiones quisiera gritarte desde este rinconcito en el que me encuentro, pero sé que eres algo sorda, sólo escuchas el resto de espacio que sobresale de tu frente y aquel lugar bastante usado entre tus piernas. Eres toda una mujer aferrada, aferrada a las historias, a lo fugaz, a tu propio ego. Lástima que tu ego esté en tu vientre, si estuviera en tu corazón la historia sería distinta y entonces podría hablarte al oído.


Te aprecio un poco por eso, pero mucho más por la esperanza que aún tengo en tí. Tienes un carácter que sólo tu comprendes y una pasión por defender lo tuyo hasta que ya no puedes más. En viejos tiempos se diría que eres una mujer "de armas tomar", y eso me agrada, esta es la parte de corazón que comparto contigo.

Por otro lado, te tengo mucha lástima, mucha compasión, te entiendo pero no alcanzo a justificarte. ¿Por qué te empeñas en ser así? Si tan sólo valoraras más tus ideas que te aferras en mantener secretas, en aquellas que te vuelven vulnerable, tal vez, y sólo tal vez, valdrías más.


Pienso que el 98% de tí es un caso perdido, sólo rescato este espacio chiquito, diminuto que aún conserva esta escencia distinta. Un hueco que no espera ser rellenado momentáneamente, espera, aguarda a que decidas prestarle un poco de tu atención. Eres inteligente, pero no lo suficiente.

Esto de venderte tan caro se me hace ofensivo, pero no para tí, sino para tus clientes: una mujer tan vacía no vale ni siquiera una cena. Eres divertida, pero, ¿para quién? A mi me das risa, me encanta tu sarcasmo, pero ambas sabemos que dentro de tí estas que quisieras llorar. Eres tan ridículamente transparente, pero no para todos, te rodeas de gente como tú , que sólo ve lo mismo que tus ojos.


Pero, no te ofendas querida, no, al contrario, aún hay gente que esperamos lo mejor de tí. Sabemos que eres capaz de eso, sólo que por el momento estas inhabilitada, lo cual es triste, pero aún hay esperanzas; alguna vez fuiste así. Confiemos en los recuerdos.


Ay Zoé, tan idiota, tan hueca, pero con un corazón tan grande pero tan podrido. ¿Me escuchas alguna vez? Bueno, claro, con tanto pendejo con el que te rodeas, no me sorprendería que se te pegara algo... Pero bueno "Dios los hace y ellos se juntan" ¿que no? Por algo estamos tan unidas, compartimos poco, pero es tan fuerte, vivo dentro de tí pero no es tan malo, eres como un programa de televisión bastante entretenido, es divertido ver a tanto hombre pasando por tu piel que una actriz porno se queda corta; aunque te recomiendo busques hacia otro lado para obtener otro tipo de varones porque de plano que tienes malos gustos pero buenos ratos. Esto meramente por el entretenimiento desde mi pequeña cueva, uno se aburre de vez en cuando. Aunque a la larga espero que tanto revolcón te enseñe que eres eso y un agregado del 2%.

jueves, 3 de junio de 2010

"El primer idiota"



De repente me entra un dolorcito en mi estómago, un dolor que es más bien una pregunta recurrente: ¿Y si sólo sé relacionarme así?

No me quejo, para nada, pero a veces fantaseo con la idea de empezar alguna relación tranquila, de hacer las cosas "a la antigüita", de salir por un café con alguien, seguir un cortejo y no mandar yo en todo momento para finiquitar un acuerdo que se basa sólo en miradas y comentarios subidos de tono.


Realmente nunca he tenido una relación que inicie así... siempre han sido iguales, desde mi primera vez.

Mi primera vez fue una romántica tarde de abril dentro de un puesto de tacos, si, un puesto de tacos. Y no, no fue para nada romántica.

Tenía yo 13 años y cursaba en una secundaria privada, por eso de que los padres siempre buscan escuelas con un bun nombre pero no importa que tan cara sea la colegiatura siempre hay gente que es mierda. La mierda no pasa por la cartera.

Había un tipo que me decía cosas lindas de vez en cuando, a mí me encantaba, realmente lo quería, era algo así a lo que se le dice "el primer amor", bueno un amor de 13 años. Una no es exigente a esa edad, con el tiempo fuí haciendo mi lista de requisitos en los hombres.


Un día saliendo de clases, y después de meses de ignorarme y reírse con sus amigos porque una niña le coqueteaba, me dijo que quería hablar conmigo. El corazón me latía fuertemente, estaba muy nerviosa, no podía esperar, de seguro me diría que me quería y que sólo quería aparentar con los chimpances con los que se rodeaba.

Me tomó de la mano y me condujo entre los árboles a la salida de la escuela. En las mañanas temprano se ponía un señor a vender tacos con cólera a los niños, creo que eran de carne de perro o algo así; la puerta tenía una cadena (yo no entendía por qué carajos teníamos que hablar dentro del pequeño camión de tacos), pero él seguía diciendome que era muy importante lo que me tenía que decir y no quería que nadie nos interrumpiera, todos salían de clases y era muy probable que alguien nos abordara.

Entramos por la rendija entre puerta y pared divididas por esa oxidada cadena, ya dentro se acercó a mí, me dijo que yo también le gustaba y que me había estado observando que yo mostraba interés en él, que era bonita, la niña más bonita de la secundaria, que sería un idiota si no se acercaba a mí. Y se acercó, y más y todavía más, mis pechos en crecimiento se agolparon contra su pecho, hacía calor, ¿por qué tenía una sensación extraña entre mis piernas?

Sus labios tocaron lentamente los míos, me tomó por la cintura fuertemente, como si no quisiera que me fuera jamás, mi espalda contra la pared de aluminio, su pierna separa las mías lentamente, me besa el cuello, yo tiemblo y me entran muchas ganas de reír de repente, ¡todo era como lo había soñado desde hacía años!, ¡todo era mágico!, ¡los cuentos de hadas existen!


Me empieza a levantar la blusa lentamente, abre mi chaleco, de un par de movimientos ágiles me desnuda de la cintura hacia arriba, algo pasaba con mis pechos, sólo cuando tenía frío se ponían así. Poco a poco me coloca en el piso de aquel asqueroso camión, que en ese momento veía como un excelente lugar para entregarme, no me importaba que estuviera sucio, que hubiera restos de carne y grasa en mi espada desnuda, que oliera mal, nada. Todo era perfecto. Hasta ese momento y a esa edad, eso me parecía.


La tranquilidad se le terminó, parece que no controla aquello que sobresale de sus pantalones, de repente se pone como loco y sus manos se atropellan mientras me besa con furia, yo trato de seguir el ritmo pero no lo entiendo, parece que sabe a lo que va, yo no. Soy nueva, soy como un pequeño cordero, no sé hacia donde correr.

Subiendo mi falda de golpe, desabrochando su bragueta con una sola mano, sacando aquello que sólo había visto en libros de texto y que mi madre se horrorizaba de que en la escuela nos enseñaran ese tipo de cosas nocivas para la salud, no pude ver aquello mucho, él tenía prisa, todo deprisa de repente.

Baja mi ropa interior con ambas manos, separa mis piernas sin importarle si me lastimaba o no, sigo el paso, estoy nerviosa, siento calor en mis muslos, ¿esto es hacer el amor?

No sé si cambiarme de posición, no estoy muy cómoda, él lo hace muy rápido, me empieza a dar asco la grasa pegada a mi cabello.


Uno, dos, tres, uno, dos, tres, golpe, golpe, le digo que espere, no me gusta ese ritmo, pero trato de corresponder, de ser tierna, había visto en las películas que las mujeres eran tiernas, creo que eso le gusta a los chicos. Trato de besarlo, pero se aleja, sólo le interesa su ritmo, nada más.

Lo abrazo, se separa, me gusta lo que hace pero me duele un poco, trato de seguirle el paso, y lo logro apenas, le gusta ser rápido, tal vez esté desesperado por tenerme más cerca.

Me ordena que grite, dice que le gusta escuchar, y yo grito, realmente me duele, pero me gusta, es extraño ¿así es siempre?

Creo que algo me pasa, mi vientre se contrae, el calor aumenta, mis genitales se sienten extraños ¿esto es un orgasmo?, había leído que era una sensación muy fuerte... ¿faltará mucho?

Estoy a punto, sigo gritando, por miedo, por dolor, porque lo quiero, creo que lo amo. Grito y sigo gritando, él se ríe, creo que le gusta, creo que le gusto.


Me toma fuertemente de la cintura, se aleja de mí, creo que ya no quiere lastimarme, se mueve más y más rápido, me dice cosas feas, pero creo que es porque ha visto mucha pornografía, no me molesta, pero no esperaba esto. Me ordena que me mueva más, que soy lenta, pero es que quiero llevar mi ritmo, como quiera accedo, aquella linda sensación en mis genitales y en mi vientre disminuye. Él se acelera aún más, más, más, más, y de pronto sale. Termina regando aquello en el puesto de tacos. Sube sus pantalones, se levanta y sólo dice: -que puta eres...


Me deja ahí, recostada sobre grasa, con mi ropa interior manchada de algo que no estoy muy segura de lo que es. Trato de tomarlo por el brazo pero es más rápido que yo. Sus amigos observaron todo el tiempo por la rendija de la puerta. No me molesta, pensé que me quería. Estoy triste. ¿Eso se dice después de hacer el amor?


Me vestí y fui a casa, duré 2 horas bañándome, no me sentí abusada, me sentía una estúpida. Y aún más porque lo volvería a hacer con él, ¡así si me miraba! Al día siguiente no podía ni verlo, ni a él ni a sus amigos que se reían a mis espaldas. Ahora los puestos de tacos me traen malos recuerdos. Ya no volvió a acercarse a mí, no sé porque pensó que así quería comenzar algo, realmente creía en lo cuentos de hadas...


Y, bueno, mi secreto es que aún creo en las hadas, más no en los cuentos. Pero no, no digo esto como un trauma, que desde ahí haya decidido "vengarme" de los hombres, no, me gusta mi "oficio", lo disfruto, pero ahora mando yo.


No, esta fue mi primer experiencia nada más, la primera vez que me han roto el corazón pero era entonces muy joven, he ido aprendiendo, siempre he sido inteligente, pero si fue bastante significativo que él me indicara un camino, era una opción. Divertida opción.

domingo, 2 de mayo de 2010

"El no tan soso"



Me compré una falda corta, muy corta. Es bonita.


Me gusta usar falda, es más sencillo tener acción, una no pierde el estilo, además de que hay hombres a los que les gusta hacerlo sin quitarnos la ropa. En el trabajo me han tocado un par de ellos.

Recuerdo al primero, lo llamaré "el no tan soso"


A él lo conocí en un encargo en el cuarto de la copiadora. Ese día parecía no ser "mi día", hasta que el destino y la falta de tonner nos puso en la misma habitación por 20 minutos. Resulta que todo me había salido mal, había perdido el autobús camino al trabajo ya que me levanté tarde, desayuné bastante mal en el camino, mi jefe (el idiota) me "citó" en su oficina para hacer una serie de teorías acerca de por qué carajos había llegado tarde (entr ellas estaba que había tenido diversión durante la noche, con lo cual, para mi mala suerte, se equivocó), luego tenía bastantes encargos sobre mi escritorio, mucho de los cuales incluía sacar copias, imprimir folletos de venta y demás trabajos de oficina, que en lo personal, detesto.


Total, me dispuse a ir al cuarto de la copiadora (el cual es increíblemente estrecho, estoy ya mandando un correo para el récord guinness para nominarlo al premio del "cuarto más pequeño del mundo"), siempre hay más gente de la que cabe y comúnmente huele a tóxicos. Esta vez, maravillosamente estaba vacío. Introduje la primer copia y resulta que comienza a marcarme que faltaba tonner- ¡genial!- eso pensé. Pateé con mis tacones nuevos inútilmente a la máquina mientras maldecía al bastardo que se terminó la tinta y no la cambió. De pronto entró un compañero del trabajo (el cual cada que paso por su escritorio no deja de respirar como enfermo) y, antes de que entrara al cuarto le digo con voz dulce que era un maravilloso día hasta que me topé con el detalle de que la máquina no tenía tonner, y que si me haría el favor de ir por un cartucho nuevo ya que esos feos tacones me mataban un poco... Obviamente aceptó.

Bien, no tuve que aguantarlo cerca. En ese poco tiempo en el que estuve sola aproveché para repasar los encargos que tenía hasta que de pronto alguien más entró en la habitación; era un joven con unos cuantos años menos que yo, una sonrisa linda y con una mirada decidida. Ya lo había visto antes, él trabajaba a unos cuantos escritorios de mí, era nuevo en la empresa, muy serio, no se lleva con muchos, siempre se me había hecho algo curioso pero bastante soso para mi gusto.

Se aproximó a mí preguntandome lo que le sucedía a la máquina, le expliqué el detalle faltante y se paró al lado mío sugiriendo que esperásemos juntos a que volviera el enfermo del aliento ajitado. En ese silencio él no dejaba de mirarme, esas miradas que todas las mujeres conocemos, esas que dicen "¿lo hacemos o que?" así, sin más. Pero como yo en ese entonces lo consideraba algo soso, bloqueé un poco estos pensamientos y me dediqué a sólo sonreír. Él correspondió. Supongo esa fue una respuesta. Preguntó- "¿Hace cuánto se fue tu amigo?"- A lo que yo respondí sonriendo y dando un paso hacia él. Así de rápido fue, no invertí tiempo en un café, he tenido un par de situaciones en las que no pregunto ni siquiera el nombre, cuando el tipo es decidido, guapo y no veo un anillo en su mano, para mí es luz verde.


Ese día traía falda y nada de medias, todo fue sencillo y rápido. Nos pusimos atrancando la puerta del cuarto diminuto, él contra mí con su decisión y seguridad características en esa habitación. Rápidamente levantó mi falda por encima de mi cintura, desabrochó un par de botones de mi blusa mientras me besaba el cuello (no doy besos en la boca, con esos se encariña uno), él no decía nada, iba a lo que iba, en un minuto sacó su pene por el cierre de su pantalón y se acercó aún más a mí, moviendo mi ropa interior hacía un lado y penetrando fuertemente. Acariciaba mis senos por encima de mi blusa y cuando yo comenzé a hacer intentos por quitármela él me tomó mis brazos y los colocó de un sólo movimiento sobre mi cabeza, impidiéndome moverlos, con esto entendí cierto gusto de él por no perder el tiempo vistiendo y desvistiendo. Parecía que ya tenía experiencia en ese tipo de circuntancias, era bueno. Todo terminó en unos cuantos minutos, justo a tiempo para recibir el tonner. Cuando terminamos sólo me volvió a sonreír, me pidió disculpas por haber sido algo tosco conmigo (esa era su parte sosa) y me ayudó a bajar mi falda con mucho cuidado, el cual no lo tuvo minutos antes.

No me pidió que saliéramos, sólo preguntó mi nombre, ambos reímos, era chistoso el haber tenido sexo sin saber el nombre del otro. Le pedí que lo dejáramos así y que si nos volvíamos a topar en el cuarto de la copiadora solos tal vez le diría mi nombre, él sólo me pidió, como único requisito, que usara falda cuando tuviera copias que sacar.


Y así fue durante un tiempo, un par de veces a la semana tenía esa "obligación" de ir por copias, a veces había más gente pero con el paso de los días fui haciendo como un horario en común en el que se le ocurre a muchos acudir a ese lugar y resulta que una hora antes de ir a comer muchos se reúnen ahí precisamente para debatir sobre lo que comerán en ese día, pasando esa hora mucha gente esta fuera de la oficina, ese es un buen momento para ir.

A veces lo hacíamos igual atrancando la puerta, pero cuando la cambiaron por una nueva que sí tenía seguro, podíamos cambiar de posición, aunque no había mucha opción o era contra la puerta o sobre la copiadora, no más. Nadie nos sorprendió, siempre teníamos una buena excusa para salir bien librados; nunca salimos juntos, no hubo esas ganas de por medio, al parecer ambos queríamos dejar las cosas así, él parece ser alguien de pocas palabras. Hasta ahora no le he dicho mi nombre, ni él el suyo. Ninguno de los dos tenemos ese interés el uno por el otro, y así es mejor, por lo menos con él. Ni tan soso el muchacho.


Esta falda que me compré en parte es para él, ha sido bueno conmigo, creo se lo merece. Tal vez le de ese "gustito." Y si no, como quiera es una prenda más para mi colección.


martes, 13 de abril de 2010

Mi jefe el Idiota



Ya no aguanto mi trabajo... bueno, más bien no aguanto a mi jefe. ¿Qué acaso para ser jefe de cierto número de personas se tiene que ser un idiota? Bueno, todos mis jefes han sido así, tienen ese patrón...


Trabajo en una agencia de publicidad. Estudié comercio hace unos pocos años. Mi jefe, con menos estudios que yo pero con un papá muy influyente, constantemente me hace propuestas, digamos, indecorosas. Y no me ofende, pues si también es mi "trabajo" y esto acostumbrada a dicho tipo de propuestas, lo que pasa es que me da bastante flojera, es corriente... chafo pues, recibo mejores piropos en la parada del camión para ser precisos...


Y bueno, más flojera me da cuando trata de comprarme con un mejor puesto o con un mejor salario sólo por un oral. Digo, soy puta eso lo sabemos, pero el puesto que tengo (que no está nada mal) lo logré por 4 años y medio de estar detrás de los libros y en clase soportando a maestros que parecían más jueces de Miss Universo que nada y tratando de demostrar que esto que tengo sobre el cuello me sirve para razonar y no como un accesorio; no soy puta porque sea hueca y no tenga más que ofrecer. Desde primaria he sido de las mejores de mi clase, me gusta mucho leer, enterarme de lo que pasa allá afuera, dar mi opinión. El ser inteligente es parte de ser una zorra como lo mencioné anteriormente, las "otras" sólo son aficionadas.


En fin, a mi jefe nunca se le hará conmigo: es casado y un completo imbécil que supongo presume lo que no tiene. Soy selectiva, además tengo mis reglas y mi dignidad, no quiero ese tipo de beneficios. Es un arrogante. Hoy me sorprendió con un conjunto de ropa interior dentro de mi cajón, por cierto, de un color horrible, marca pésima. En cuanto ví tan feo ejemplar de seducción, volteé a ver al admirador indiscreto y sólo pude lanzarle una mirada de odio y contestarle, por intercomunicador, que era un lindo detalle para regalárselo a su gorda madre.


Y ahí sigue molestando, todos los días, estoy a punto de acostumbrarme como un granjero se acostumbra a los mosquitos. Le he encontrado el lado divertido: me gusta mostrarle, cada que puedo, aquello que nunca tendrá. Hace un par de semanas opté por usar pantalones más ajustados y escotes más pronunciados al igual que faldas de aquellas que resaltan las caderas. El pobre se queda mirando mis piernas como perro detrás del vidrio en una carnicería, es divertido y patético a la vez, pero ni modo él se lo buscó. Soy bastante cruel cuando me lo propongo. No pasa de que siga insistiendo hasta que él también se aburra como yo.

También he pensado en poner una queja pero siendo sinceros, con la reputación que me cargo dudo de que se logré algo más que ponerme en ridículo y en evidencia, además como es beneficiado de la jerarquía, pues es más fácil que me corran a mí. A pensar y actuar diferente, sacarle la vuelta al bache.

domingo, 4 de abril de 2010

La Puta [Comer/Coger]



No me gusta comer sola. Pienso que ha de ser entretenido comer con alguien más, por lo menos para odiar si hace ruido mientras mastica. Todos tenemos nuestras "mañas" al comer, soy curiosa y para algunos nos es divertido conocer esos detalles de los demás en momentos tan simples y cotidianos. Mmm lo que yo hago cuando como siempre es limpiar perfectamente bien la mesa donde pondré mi plato, odio que hayan muchas cosas amontonadas, mi departamento no es muy grande, pero me agrada hacer un espacio aunque sea pequeño. Por otro lado también me gusta comer bien, nada de comida chatarra por las noches y muy pocas veces en la tarde: sólo cuando el bolsillo o el idiota bastante guapo con el que salga invite la comida y vea que vale la pena el postre. Sólo en esas ocasiones. Si quiero seguir teniendo clientes necesito tener buen cuerpo, aunque, pensandolo bien, es cuestión de gustos y yo me gusto más delgada y con buen cuerpo. Me gusta mirarme al espejo y ver cada detalle. No me gustan mis piernas, pero adoro mi espalda.


Mañas... en todo hay ¿no? Bueno, tengo algunas en lo que al negocio se refiere: No hago nada sin condón (nada de hijos por el momento, nada de fantasías porno en las que al parecer nunca hay condones, nada de "entrada por salida" Nada.) Cumplo fantasías, pero no pendejadas; nada de golpes, hay algunos idiotas que no diferencian entre un "no" que siginica un "si" y un "NO" que significa "¡basta o te pateo!" En fin, en cuestiones de revolcones uno tiene que ser claro.

A veces parezco algo tirana (y si, lo soy) pero pues también soy complaciente, aunque tengo mis reglas, la mayoría de las veces mando en mi cuerpo y no voy a desaprovechar el poco espacio en el que parece que tengo el control. Nada de tríos, no soporto que se desvíe la atención de mí, no soy la mejor, lo sé pero no lo quiero comprobar en el ruedo.


Un espacio, es curioso, un lugar. No me gusta ocupar un lugar privilegiado, por lo menos no en mi vida lejos de la desnudez. Comúnmente prefiero pasar sutilmente, dando un par de aguijonazos de vez en cuando pero lento, tranquilo, sutil. Yo creo que por eso no tengo muchos amigos. Con muy pocas mujeres me llevo bien, y con los pocos hombres que conozco nos une la cama. Es difícil mantener una amistad de esa manera, ya cuando el cuerpo se involucra en una conversación. Eso me deprime de vez en cuando, me encantaría tener alguna amiga o persona especial con la cual comer, pasar un buen rato teniendo pláticas interesantes, viendo películas o cosas por el estilo. Todo esto más seguido.

Debería de haber algún manual para hacer amigos, yo no sé acercarme de otra manera, o bueno, si sé pero mi "manera" no es muy buena, soy torpe debo de admitirlo, seguiré practicando.


Pero bueno, tampoco soy una hermitaña tengo un par de amigas a las cuales aprecio bastante, definitivamente sin ellas ya me hubiera metido alguna sobredosis o cuidaría decenas de gatos o algo por el estilo. Las veo poco, comúnmente estoy atendiendo mi negocio de alguna u otra manera. Ellas no entienden muy bien el por qué me relaciono así pero lo respetan, vienen a mí por consejos con respecto a sus maridos (si, otra vez metida en cuestiones de compromiso caray) o para tener a alguien a quien levantar del hoyo y así elevar sus propios egos. Nos apoyamos mutuamente. Son de las pocas personas que permito que me vean llorar. Nadie más de hecho, supongo que porque me conocieron desde antes de ser "así", supongo que porque las quiero.


¿Alguien podría decirme como acercarme ahora que soy "así"? Me es difícil, mi ego tiene muchos huecos que gritan por ser llenados, se llenan así: con piropos, con caricias vacías, con revolcones, con deseo. Pero pronto vuelven a su estado común: abarrotados de la nada. Dura sólo lo que dure la faena, lo que dure una llamada concretando una cita, o aquellas miradas por la calle. Nada más eso. Ellos tienen su orgasmo, yo tengo mi satisfacción en aquellos vacíos. Ellos se duermen, yo estoy sola de nuevo. Así pasa siempre. Puedo acostarme con alguien y pasar la noche con aquel bulto recostado al lado de mí pero yo me siento inmensamente sola. Al despertar procuro que no se de cuenta de que lloré, eso me mostraría débil, no puedo serlo frente a ellos, son como animales, no se debe de mostrar miedo, o que uno esta herido porque se le toma como presa. Una tiene que ser la fuerte, para así siempre tener el lugar de depredadora. No te muevas de ahí, de lo contrario sería peligroso, ellos tendrían el control, te comerían en un segundo.


¡Ja! Otra vez el comer... comer/coger. Es curioso el juego de las palabras. A veces es mejor comer sola ¿no? A veces quisiera mandar al diablo las compañías.


[continuará]




Quien entre y pueda poner comentarios sería genial para recibir retroalimentación. ¡¡Saludos!!

viernes, 2 de abril de 2010

La Puta



Puta. Pu-ta. PUTA. P-u-t-a. ¡Puta! ¡jajaja! Me gusta llamarme así de vez en cuando, aunque también disfruto que alguien más lo haga por mí, aunque mi nombre es Zoé. ¿Lindo nombre para una puta no? En fin...


Quisiera saber por qué rayos he decidido vivir así, o si hay algún motivo o "trauma" que me coloque en este lugar del ser utilizada siempre para lo mismo. Aunque claro, siendo sinceros pues también lo disfruto, ¿qué más? Se vive así y no pasa nada... no pasa que de vez en cuando te partan el corazón. Nomás eso.

Soy vista, tomada en cuenta, ¿cómo se coge si no? Es sólo que la manera en la que los hombres me miran dura muy poco. Despúes de algunas noches se pasa. Eso o cuando me canso. Esto es ganar-ganar. ¿Chinga si no? Un tal S. Freud dice que "todos somos objetos", claro ellos, los psicólogos, se refieren a toda una sarta de cosas y teorías y demás que yo sigo sin entender, creo que debería de estudiar la carrera en lugar de sólo leer wikipedia... Tal vez así sepa porque carajos sigo aquí, sin enamorarme del todo, de alguien, o lo que sea que sea eso que suele llamarse amor.


Me gusta la compañía de los hombres, pero a veces me aburren, son predecibles. Van a lo que van, algunos lentos, pero otros veloces, más que el chingado alcohol que se les sube de repente, como otras cosas que también suben si el alcohol no es mucho... Así de predecibles son, y la verdad tengo parte de ellos, también soy predecible, y fácil. Buscamos lo mismo, aunque muchas mujeres se hagan "que la Vírgen les habla" Unas lo callan, otras lo hablamos. La diferencia es la cultura y la compañía. Tengo la firme creencia de que todas las mujeres, si, TODAS las mujeres tenemos una puta dentro de nuestra alma. Eso de cojer siempre rodeada por pétalos de rosa y con musiquita linda de fondo y palabras tiernas la oído no pueden calentar seguido claro que no. Por lo menos en alguna pequeña (o gran) parte de todo eso que imaginamos mientas tenemos los ojos cerrados posee una cantidad importante de lujuria sucia digna de una puta cualquiera, o una puta fina, depende de cada quien. Hay quienes nos sabemos de pedigree.

Es divertido ser una zorra. Las zorras son astutas. No por nada nos dicen así. Muchos hombres se van con la creencia de que ellos nos cojen a nosotras, ¡JA! mejor dejarlos con la mentira, me vale madres la anatomía, si la intención y el esfuerzo es de una, ¡no me levantaré de aquí hasta que no este satisfecha, carajo! Algunos hacen caso, otros no. Pero la venganza siempre es buena cuando por fin tienen la iniciativa: - No, hoy no, no tengo ganas, además ando en mis días. Lo siento.- ¿Sientes?, ¡nomás las ganas de reírte!


Por otro lado, lo realmente cabrón es cuando amaneces con alguien que ni siquiera te interesa y soportas su terribe aliento, su abrazo fingido y sobre todo ese jodido "te quiero" que algunos murmuran en tu oído pensando, creyendo que te la crees, ¡claro que no!, si ambos estamos aquí desnudos para lo mismo, ¿para qué nos hacemos?, será sólo esta vez, tal vez dos más pero con el mismo común denominador de la calentura, las ganas, y el miedo de coger con cualquiera en la calle. ¡Estos tiempos están cabrones!

Ah, porque eso si, no cojo con cualquiera, primero los conozco, aunque sea un poco. Platicamos un par de horas haber si me convencen y no se ven peligrosos. A veces le atino, a veces no, pero el intento se hace. Ya conociéndolos un poco más y aclarando que sólo saldremos sin ningún compromiso, sin clavarnos más que en lo correspondiente a la anatomía, y ya, el/la que sigue. Algunos siguen las reglas, otros no.

En parte se siente bien cuando no siguen las reglas; que te estén rogando por un tiempo levantan un poco del ego que se queda embarrado en el piso cuando otro idiota lo pisotea, esta cabrón escuchar promesas de amor enterno y uno que sigue sin creerselas, pero bueno, esta cabrón porque ves a alguien en ese estado de disque "enamoramiento" (que bien sabemos que ni tanto la verdad), pero pues ayuda para que uno se sienta bien de vez en cuando.

Por otro lado, cuando los que siguen las reglas te mandan al carajo si uno los busca se siente gacho. Gacho porque dudo de mi "trabajo" (del cual debería de empezar a cobrar para por lo menos comprarme ropa que también eleve mi ego), y también duele porque pues una puta espera que se le siga buscando después del palenque ¿que no?


Es complicado y sencillo a la vez, ya cuando se lleva muchos años en esto se aprenden muchos trucos y mañas. Sobre todo mañas. Tal vez no tenga una carrera universitaria pero soy bien mañosa, eso que ni que. Tengo 28 años y mucho kilometraje recorrido.


Soy buena con las matemáticas, buenísima, me sirven para hacer mis presupuestos. La ropita que uso no es barata. Lo mencioné antes: soy de pedigree. No salgo con cualquiera. Bueno, cuando se está desesperada se buscan un par de besos calientes con alguien pero hasta ahí, el casting se hace sobre la marcha. Eso si, nada de casados, mi papá le hizo una pendejada así a mi mamá y se destruyó la idea que yo tenía de una familia, así que nada de eso, puedo destruir hombres y sus egos pero jamás a unas criaturas que no tienen la culpa de que su papá no controle lo que tiene debajo del pantalón, ni que no recuerde el contrato que se hace cuando se casa uno. ¡Ja! Una puta hablando de compromisos, es chistosa mi situación. No busco compromisos por ahora, sería complicado seguir conociendo hombres cada semana, creo en la fidelidad, pero ahora no es para mí, no sé en qué nivel estaría mi ego, ¿me tendría que comprar más ropa?, y si aún teniendo toda la tienda en mi armario ¿no es suficiente? ¡Ya!, basta de esas ideas que me hago más bolas. Además no me gusta pensar en eso que me pongo más triste, aunque no lo crean, tengo mi corazoncito, hecho pedazos, pero ahí está todavía esperando a ser reparado, es sólo que aún no he tenido tiempo... ni pegamento o cinta o lo que sea que sirva para pegar estas partes de uno que se rompen seguido...y ¿para que?, se seguirá rompiendo, ¿qué no? Seamos honestos. Siempre pasa así.


[continuará]



Historia que se me anda ocurriendo hoy sábado 3 de abril a las 12:16 a.m.